Colección O

Camuñas

Margarita del Mazo & Charlotte Pardi

ISBN 978-84-9871-420-3

14,90

Cantidad:
INFORMACIÓN
  • Páginas 40 págs.
  • Encuadernación cartoné
  • Medidas 25x23 cm
  • Publicación octubre 2012

Blanca es valiente y astuta. Una noche, Camuñas entra en su cuarto para comérsela; aunque aquel monstruo tiene un aspecto horripilante, la niña no se asusta e inicia un diálogo que acaba por confundirlo hasta hacer que dude de su identidad.

—¡Vaya, el Brujo Pirujo!
—No soy Pirujo. Soy Camuñas, ¡el que nunca se corta las uñas! –respondió, indignado.
—No me tomes el pelo. ¡Eres Pirujo!
—Que no. ¡Soy Camuñas!


Descripción

Blanca es valiente y astuta. Una noche, Camuñas entra en su cuarto para comérsela; aunque aquel monstruo tiene un aspecto horripilante, la niña no se asusta e inicia un diálogo que acaba por confundirlo hasta hacer que dude de su identidad.

—¡Vaya, el Brujo Pirujo!
—No soy Pirujo. Soy Camuñas, ¡el que nunca se corta las uñas! –respondió, indignado.
—No me tomes el pelo. ¡Eres Pirujo!
—Que no. ¡Soy Camuñas!

Blanca, con altas dosis de astucia e inteligencia logra que Camuñas acabe huyendo a su casa, convencido de que es un petardo de brujo que no recuerda ni su nombre.

La historia rezuma humor, tanto a través del ingenioso texto de Margarita del Mazo, como de las divertidas y frescas imágenes de la artista danesa Charlotte Pardi.

El principal mensaje gira en torno a la astucia, cualidad que convierte al más débil en fuerte; pero además, en otro nivel de lectura, puede hacernos re exionar sobre temas profundos como el auto-engaño, o el negar la evidencia hasta el punto de no reconocernos.
En ese sentido, la autora nos recuerda “que es importante mirarse, de vez en cuando, para que nadie te engañe diciéndote que eres de otra manera”.

La ilustradora Charlotte Pardi crea un monstruo con apariencia terrorí ca pero que transmite ternura.
Además Charlotte, ideó una habitación con un gran número de peluches, para que Blanca no estuviera a solas con Camuñas.

A pesar de la aparición nocturna de un brujo, la niña permanece tranquila y segura. Son los mu- ñecos –con sus ojos abiertos y actitud expectante– los que nos transmiten un estado de ánimo más acorde con la situación.
De este modo, Charlotte Pardi usa un recurso muy habitual en los pequeños: expresar los senti- mientos (miedos, inseguridades, lias o fobias) a través de los muñecos. Un papel que también desempeñan cuentos como este.