Colección
Agotado

Sopa de nada

Darabuc & Rashin Kheiriyeh

ISBN 978-84-9871-225-4

14,90

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INFORMACIÓN
  • Páginas 36 págs.
  • Encuadernación cartoné
  • Medidas 25x23 cm
  • Publicación enero 2010

—Si con eso es bastante… —¿Que si basta? ¡Y aun sobra!

 

Darabuc y Rashin Kheiriyeh son los cocineros de esta deliciosa Sopa de nada que a partir de ahora los hambrientos lectores podrán encontrar dentro de la carta de OQO editora.

 

El autor recupera una antigua receta, la de la Sopa de piedra, un cuento popular que como a menudo sucede con los relatos de origen tradicional presenta versiones distintas según el país.

 


Descripción

—Si con eso es bastante… —¿Que si basta? ¡Y aun sobra!

 

Darabuc y Rashin Kheiriyeh son los cocineros de esta deliciosa Sopa de nada que a partir de ahora los hambrientos lectores podrán encontrar dentro de la carta de OQO editora.

 

El autor recupera una antigua receta, la de la Sopa de piedra, un cuento popular que como a menudo sucede con los relatos de origen tradicional presenta versiones distintas según el país.

 

Darabuc, conocedor de esta rica tradición, se inspira en ella pero reelabora los ingredientes y cocina una Sopa de nada, personal, moderna y con grandes dosis de humor. El resultado es una fábula con la que los niños aprenderán la importancia de compartir y de ser solidarios. Y además, descubrirán que para superar situaciones de necesidad y dificultades, muchas veces sólo hace falta un poco de ingenio e imaginación.

 

Los protagonistas, como en casi todas las fábulas, son animales. En este caso, María Zorruna y Juan Gato, dos pícaros que un buen día llegan a las puertas de un palacio pidiendo comida. Allí vive el avaro de Juan Rata que no les quiere dar nada, y ellos entonces se ofrecen a prepararle una sopa prodigiosa, sopa de nada.

 

El autor juega con el simbolismo de los personajes, ya que tanto el zorro como el gato son animales a los que el imaginario colectivo atribuye características como la inteligencia o la astucia. Y otro tanto se puede decir de la rata, animal asociado tradicionalmente con la tacañería.

 

Darabuc apuesta por una estructura dialogada en la que las réplicas y contrarréplicas siempre graciosas de los personajes hacen avanzar la historia. El esquema, que en líneas generales se mantiene fiel a la tradición, es el siguiente: María Zorruna sugiere algún ingrediente con el que la sopa sabría mucho mejor y Juan Rata que no se da cuenta de la artimaña acepta de buen grado dárselo, porque sólo se trata de un ingrediente sin importancia.

 

La repetición de todos los ingredientes cada vez que se añade uno nuevo, además de ayudar al ritmo del relato, les brinda a los más pequeños una oportunidad de oro para trabajar con algunas de las unidades de medida (pizca, chorrito, manojo, sarta) más habituales en la cocina.

 

Refuerzan también el ritmo de la narración, otros recursos como la medida de los versos o la presencia de fórmulas que se repiten de principio a fin.

 

Pero si algo debe quedar claro sobre Sopa de nada, es que se trata de un álbum divertido. Ábrelo, una ojeada a las ilustraciones de Rashin Kheiriyeh y enseguida una sonrisa acude a los labios. ¡Menuda sorpresa! ¡Y que personajes tan raros! Así, todos vestidos de negro de pies a cabeza, y con gafas oscuras… No parecen unos angelitos precisamente, más bien… ¿y si son… shhhh… unos mafiosos?

 

La ilustradora iraní que capta a la perfección el toque irreverente que Darabuc le da a la historia presenta a unos protagonistas nada inocentes. Y por encima colabora con nuevos motivos para la risa ¿por qué? ¿Acaso hay algo más divertido que ver a unos personajes tan siniestros, con delantal y removiendo en la olla?

 

La sencillez es una de las características de la personalidad de esta artista que colabora por primera vez con OQO editora. Para su trabajo, elige una paleta de colores reducida, basada en colores tierra, algunos tonos de la gama del verde, del negro o el blanco. Sin embargo, compensa esta sobriedad con óleos a partir de los que obtiene ricas texturas, y también con collages gracias a los que consigue la impresión de volumen en las composiciones.

 

No podemos dejar de comentar el escenario en el que se desenvuelven las aventuras de estos tres pillos, el desierto Nohaynada. La elección del lugar representa un pequeño homenaje del autor a los cuentos de astucia orientales, ya que es Oriente uno de los lugares con mayor tradición en el género.

 

De nuevo, un detalle revelador de la enorme riqueza escondida en este álbum que bebe de tradiciones muy antiguas y recupera para las nuevas generaciones un valioso patrimonio cultural. Y a esto, aún hay que sumar la mirada fresca y sin prejuicios del autor que crea unos personajes golfos para morirse de risa, y de la ilustradora, artífice de la estética moderna del álbum y de ese look tan sorprendente de los protagonistas.

 

Texto de Darabuc

Ilustraciones de Rashin Kheiriyeh